Completamente integrada en el paisaje gracias a los dos muros de piedra que delimitan sus cabeceras, la piscina se convierte en un rectángulo de relajado azul en el horizonte mediterráneo del Maresme. Las proporciones armónicas del vaso, los imponentes escalones de acceso y el mosaico vidriado con textura similar al mármol aportan una cualidad espectacular al agua y un carácter neoclásico a esta bella piscina que evoca las viejas termas romanas. La cuidada selección de materiales aferrados al escenario y la sutil personalidad del diseño crece en el entorno de verde césped, piedra y árboles del litoral. Los equipos de filtración y desinfección son automáticos, sostenibles, eficientes y silenciosos.

Diseño técnico por Piscines Vallès.
Proyecto arquitectura Alonso y Balaguer, Arquitectos asociados.