Piscina cautivadora que rompe la monotonía del rectángulo para adaptarse a la topografía irregular del jardín relajante donde se ubica. Los dos niveles le permiten dialogar de tú a tú con el césped, por un lado, y con la prolongación de la casa en forma de terraza, por el otro. El vaso revestido de Quarz gris y el pavimento de porcelánico con textura de madera se convierten en la piel adecuada para relacionarse con la bella piedra natural de la vivienda. Los escalones de acceso invitan a sumergirse en el agua y crean un gradiente de color desde los tonos terrosos hasta el azul limpio del interior. Está automatizada con sistema de limpieza integral y desinfección con electrólisis salina, para garantizar la pureza y seguridad del baño.
Piscina diseñada por Piscines Vallés.